jueves, 2 de febrero de 2017

Conclusiones tras la tertulia Feminista de Puntos sobre la violencia sexual

Desde Puntos Subversivos estamos muy sensibilizadas con la excesiva violencia sexual que vivimos sobre todo las mujeres, pero también los niños y las niñas. Y queríamos crear un espacio de seguridad donde feministas de Málaga debatiéramos sobre éste asunto.

Queríamos visibilizar la alta tasa de violencia sexual y su gran invisibilización.
Queríamos dar luz sobre el dolor y las consecuencias que tiene sobre las mujeres. E intentar comprender por qué los tantos hombres la ejercen, y en muchas ocasiones incluso sin ser consientes.
Por eso, el pasado jueves 26 de enero nos juntamos 25 mujeres feministas para hablar de esto y mucho más.
Aquí os dejamos algunas de las reflexiones que ahí se produjeron:

Diagnóstico del problema:

-          El 99.9 de las mujeres ha vivido violencia sexual.
-          Hemos avanzado visibilizando la VG pero no así la violencia sexual.
-          La raíz del patriarcado es la dominación del cuerpo de las mujeres y de la reproducción.

-          ¿Qué le pasa a nuestra sociedad?

-          En la sociedad:Al vivir en un mundo patriarcal, casi por definición, toda relación sexual patriarcal es violenta. Seguimos permaneciendo en una sociedad con mirada dicotómica, heteronormativa, coitocéntrica… que fomenta la cultura de la violación. Nuestra sociedad tolera la violencia. Acosar es “un derecho.”
Sexualidad y coito es lo mismo.

-         ¿Qué les pasa a los varones? Habitualmente aprenden la sexualidad de la pornografía, donde las mujeres son objetos sexuales para su propio placer, no desarrollan la empatía, el tener en cuenta a la otra persona. “Ella no es importante”. Disfrutan de la sexualidad “Como ejercicio de derecho”. De éste modo, teniendo como referente la pornografía o la prostitución, no aprenden que las mujeres tienen derecho al placer, ni qué les gusta a ellas.
Los varones no son conscientes de estar violentando a la mujer.Se siguen utilizando los mismos insultos (“puta”) y aplicando una diferente norma para la actividad sexual de chicas y chicos.

Cuando el disfrute se basa en violencia no es por motivos sexuales, sino por razones de dominio y poder.

-          ¿qué les pasa a las mujeres? Nosotras aprendemos que la sexualidad del tabú: es sucio, guarro, pecaminoso, huele mal… No sabemos lo que queremos y deseamos. Y confían en “quienes saben”, que son los chicos que aprendieron a través del porno. Así que cedemos nuestro placer a su voluntad. No nos damos autoridad.
-          Nosotras no sabemos que tenemos derecho. Muchas veces, nuestro deseo pasa por el deseo de ellos. En diferentes etapas de la vida, cambia la forma de vivirlo. Y cuando sí lo sabemos, no tenemos voz para expresarlo. 

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¿Qué podemos hacer para cambiar ésta lacra que tanto daño provoca?

Queremos proponer soluciones o alternativas, para que la violencia deje de suceder, para que sea posible vivir una vida libre de violencia.

Nos queda pendiente seguir reflexionando sobre qué nos pasas y por qué. Hacer un análisis social y  estructural sobre la razón de la existencia de ésta violencia; Describir las manifestaciones tradicionales y las nuevas formas de violencia sexual y valorar qué tenemos que hacer para romper con esto.

El feminismo ha hecho una crítica a la heterosexualidad. Y remarcado que es imprescindible nuestro empoderamiento. Debemos apropiarnos de nuestro propio cuerpo, generar una visión alternativa de la sexualidad patriarcal. Se propone hacer una construcción feminista de qué es la sexualidad: que tenga en cuenta nuestras necesidades y deseos, que incluya las emociones, nuestras emociones, que cambie el lenguaje y el discurso. Donde las mujeres nos reapropiemos de nuestro cuerpo  y sintamos  el placer, nuestro placer. En primera persona. También necesitamos que los hombres se cuestionen su placer y su necesidad de ejercer el poder y transformarlo por el desarrollo de la empatía y los cuidados. De ésta forma se fomentarán relaciones igualitarias y más saludables.



Y con todo esto, seguirnos no sólo sensibilizando, si no educando para el cambio necesario.

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