lunes, 6 de febrero de 2017

6F, Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina.

Hoy, 6 de febrero, es el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina. 
En palabras de las Naciones Unidas “La mutilación genital femenina (MGF) comprende todos los procedimientos consistentes en alterar o dañar los órganos genitales femeninos por razones que nada tienen que ver con decisiones médicas, y es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas. Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.”
Esta forma de violencia contra las niñas y las mujeres causa un gravísimo daño, tanto en el momento de practicarla como a lo largo de la vida de la mujer mutilada, que no puede justificarse en nombre de ninguna creencia religiosa o tradición cultural. Es una forma de violencia sexual, que priva a la niña y a la mujer al derecho a la integridad de su cuerpo y al disfrute de su salud y su sexualidad.
 Según los datos ofrecidos por Naciones Unidas: 
A nivel mundial, se calcula que hay al menos 200 millones de niñas y mujeres mutiladas.
En la actualidad, cada año se le mutilan los genitales a tres millones de niñas.
44 millones de niñas menores de 14 años han sufrido la ablación, principalmente en Gambia (un 56%), Mauritania (54%) e Indonesia, donde alrededor de la mitad de las niñas de 11 años han padecido esta práctica.
Los países con la prevalencia más alta entre mujeres y niñas entre 15 y 49 años son Somalia (58%), Guinea (97%) y Djibouti (93%).
Si la tendencia actual continúa, para 2030 aproximadamente 86 millones de niñas en todo el mundo sufrirán algún tipo de mutilación genital.
La mutilación genital femenina se practica en niñas en algún momento de sus vidas entre la infancia y la adolescencia.
La mutilación genital femenina es causa de hemorragias graves y otros problemas de salud tales como quistes, infecciones e infertilidad, así como complicaciones en el parto y un mayor riesgo de muerte de recién nacidos.
La mutilación genital femenina es una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres.
Establecidos en 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluyen la erradicación de la mutilación genital femenina antes del 2030 en el Objetivo 5, dedicado a la igualdad de género - Meta 5.3: Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
Varias organizaciones intergubernamentales —entre otras, la Unión Africana, la Unión Europea y la Organización de Cooperación Islámica— y tres resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas han pedido la eliminación de la mutilación genital femenina.
Recordamos asimismo que, en diferentes declaraciones y convenios internacionales, esta práctica ha sido directamente condenada como una manifestación de la violencia de género, un brutal atentado a los derechos de las mujeres y las niñas:
Recomendación general nº. 19 de la CEDAW. La Violencia contra la Mujer, del 29 de enero de 1992. Con referencia a los artículos 2 f), 5 y 10c) del articulado, la Recomendación establece que: “Las actitudes tradicionales según las cuales se considera a la mujer como subordinada o se le atribuyen funciones estereotipadas perpetúan la difusión de prácticas que entrañan violencia o coacción, tales como la violencia y los malos tratos en al familia, los matrimonios forzosos, el asesinatos por presentar dotes insuficientes, los ataques con ácido y la circuncisión femenina.

Declaración sobre la eliminación de la violencia hacia la mujer, de la Asamblea General de Naciones Unidas, de 20 de diciembre de 1993.  “Se entenderá que la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos, aunque sin limitarse a ellos: a) La violencia física, sexual y sicológica que se produzca en la familia, incluidos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacionada con la explotación”.

Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica. Estambul, 11 de mayo de 2011 (en vigor desde agosto de 2014). Este Convenio, de obligado cumplimiento para el Estado español, especifica todos los delitos que constituyen violencia contra las mujeres. En su artículo 38, dedicado a las mutilaciones genitales femeninas, establece que “Las Partes adoptarán las medidas legislativas o de otro tipo necesarias para tipificar como delito, cuando se cometa de modo intencionado:
a) La escisión, infibulación o cualquier otra mutilación de la totalidad o parte de los labios mayores, labios menores o clítoris de una mujer
b) El hecho de obligar a una mujer a someterse a cualquiera de los actos enumerados en el punto a) o proporcionarle los medios para dicho fin;
c) El hecho de incitar u obligar a una niña a someterse a cualquiera de los actos enumerados en el punto a) o de proporcionarle los medios para dicho fin

En España se estima que la población en riesgo de sufrir la mutilación genital femenina ronda las 17.000 niñas menores de 15 años. 
En el año 2015, se aprobó un paquete de medidas para evitar la MGF entre las cuales se encuentra el “Protocolo común para la actuación sanitaria ante la Mutilación Genital Femenina” del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Este protocolo estatal únicamente es sanitario y, en realidad, se necesita un protocolo integral que contemple todas las instancias implicadas: sanitaria, educativa, judicial, entidades sociales, etc.
Como feministas comprometidas en la erradicación de todas las violencias contra las mujeres, tenemos que denunciar esta forma de violencia sexual que afecta a millones de niñas y mujeres en el mundo, y a un número importante de las mujeres que viven actualmente en nuestro país.

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